El Gobierno teme que STC imponga un «vigilante» para la estrategia de Telefónica
Este "vigilante" podría dejar a Pallete con las manos atadas para tomar las grandes decisiones de Telefónica
Pallete vuela a Arabia para conocer las intenciones de Saudi Telecom en Telefónica
Sánchez no se reunirá con Arabia Saudí en el G20 para pedir explicaciones por Telefónica
El gran temor que suscita en el Gobierno la entrada de STC Group (Saudi Telecom) en Telefónica es la posibilidad de que la compañía árabe imponga una especie de «vigilante» que monitorice las decisiones estratégicas de la compañía más allá del día a día, lo que reduciría la capacidad de José María Álvarez-Pallete de gestionar la compañía como ha hecho hasta ahora, según fuentes al tanto de la situación.
De momento, la empresa saudí no ha revelado cuáles son sus intenciones en la operadora española, salvo que «no tiene la intención de adquirir el control o una participación mayoritaria en Telefónica» y que «la inversión refleja la confianza de stc Group en el equipo directivo de Telefónica, su estrategia y capacidad de crear valor».
Esta falta de claridad es la que impulsó a Pallete a viajar el miércoles, el día siguiente del anuncio de la adquisición, a Arabia Saudí para entrevistarse con los principales responsables de STC y conocer de primera mano sus intenciones.
Las fuentes consultadas explican que STC quiere influir en la estrategia de Telefónica para rentabilizar su inversión. Aunque no tome una participación mayoritaria, será el primer accionista individual en una compañía que no tiene núcleo duro: los únicos accionistas de referencia, BBVA y Criteria Caixa, tienen menos del 5% cada uno y consideran sus participaciones financieras.
Según las fuentes, en principio STC tendría derecho a un asiento en el consejo; ahora bien, si las dos entidades financieras tienen uno cada una con el 5% y el Gobierno le autoriza a llegar al 10%, podría solicitar un segundo representante. En cualquier caso, dado que la mayoría de consejeros de Telefónica son independientes o externos (11 de 15 miembros en total), le será factible armar mayorías de bloqueo para ciertas decisiones.
Esta posibilidad es la que inquieta tanto a la propia compañía como al Gobierno de Pedro Sánchez, que temen que un país no democrático y fundamentalista como Arabia tenga la última palabra en la gestión de una compañía estratégica tan importante para España como Telefónica.
Por tanto, es un argumento a favor de que el Ejecutivo vete la operación gracias a las facultades que le otorga el escudo antiopas. Como ha informado OKDIARIO, al ser proveedor de servicios para Defensa, la autorización del Ejecutivo se aplica a partir del 5% del capital y no del 10%. Si no concede el permiso, STC se quedará en el 4,9%.
En el lado contrario, Arabia cuenta a su favor con el arma del megacontrato que tiene apalabrado con Navantia para construir cinco corbetas más (que pueden ser seis y cuatro buques más de apoyo), con el consiguiente impacto económico y de empleo, como también ha informado este medio.